
Con paradas estratégicas en Manila, Londres y París, la gira mundial de Superman no solo promociona una película: redefine el alcance cultural de un superhéroe que vuelve con más humanidad que nunca.
La cuenta regresiva ha comenzado. El universo cinematográfico de DC se reinicia con fuerza gracias a Superman (2025), y su gira promocional —el Superman World Tour— ya está dejando huella en los cinco continentes. Bajo la dirección de James Gunn, esta nueva entrega no solo promete acción y nostalgia, sino también una narrativa más emocional y contemporánea. Y para demostrarlo, Warner Bros. ha desplegado una campaña global sin precedentes.
La gira arrancó el 19 de junio en Manila, Filipinas, donde miles de fanáticos se congregaron en el SM Mall of Asia para recibir al elenco. Entre ellos, destacaron Jonathan Bailey y Mahershala Ali, quienes, aunque no interpretan a los personajes principales, han sido piezas clave en la promoción europea del filme. Su presencia en eventos recientes en Londres y París ha generado gran expectativa, especialmente por el misterio que rodea sus roles en esta nueva etapa del DCU.
El tour continuará por Río de Janeiro, Los Ángeles, Nueva York y culminará en Beijing el 10 de julio, justo antes del estreno mundial el día 11. Cada parada ha sido cuidadosamente seleccionada para maximizar el impacto cultural y mediático del relanzamiento. En Londres, por ejemplo, el evento incluyó una proyección exclusiva para prensa y fanáticos, seguida de una charla con el elenco sobre los valores que este nuevo Superman representa: compasión, justicia y esperanza.
David Corenswet, quien encarna al Hombre de Acero, ha sido el rostro visible de esta nueva era, acompañado por Rachel Brosnahan como Lois Lane y Nicholas Hoult como un Lex Luthor reinventado. Sin embargo, la participación de Bailey y Ali ha añadido una capa de sofisticación y diversidad al elenco, reforzando el mensaje de inclusión que Gunn ha querido imprimir en esta etapa del DCU.
Más allá de la promoción, el Superman World Tour se ha convertido en un fenómeno cultural. Con millones de visualizaciones del tráiler en sus primeras horas y una presencia constante en redes sociales, la gira ha logrado lo que pocas campañas consiguen: emocionar a una audiencia global y hacerla mirar al cielo con ilusión.