
En medio de su exitosa gira mundial “Las Mujeres Ya No Lloran”, Shakira ha vuelto a acaparar titulares, esta vez no por sus canciones ni por sus declaraciones sobre Gerard Piqué, sino por una escena que ha desatado especulaciones en redes: una cena íntima en San Diego junto a su ex pareja y ex mánager, Antonio de la Rúa, tras más de una década de separación.
La imagen, captada por un comensal anónimo, muestra a la cantante colombiana compartiendo mesa con De la Rúa, sus hijos Milan y Sasha, y otros miembros cercanos de ambas familias. Aunque el ambiente parecía relajado y familiar, el contexto ha despertado interrogantes sobre la naturaleza de su vínculo actual. ¿Se trata de una simple amistad, una colaboración profesional o el inicio de una reconciliación?

La historia entre Shakira y Antonio de la Rúa no fue una relación pasajera. Durante once años, entre 2000 y 2011, compartieron no solo una vida sentimental, sino también una alianza estratégica que impulsó la carrera internacional de la artista. Fue De la Rúa quien la animó a lanzar “Laundry Service”, su primer álbum en inglés, que marcó su entrada triunfal al mercado anglosajón. Sin embargo, la ruptura no fue sencilla: tras anunciar una “separación temporal”, ambos se enfrentaron en tribunales por diferencias económicas, en un proceso que finalmente se resolvió en privado.

Lo que parecía una historia cerrada ha comenzado a reescribirse. Desde 2024, seguidores atentos notaron gestos sutiles: likes en redes sociales, apariciones de Antonio en conciertos, y una participación especial de su hija Zulú en el backstage del show en Argentina. Pero fue en Tijuana donde Shakira sorprendió al interpretar “Día de enero”, una canción que escribió para De la Rúa y que no cantaba en vivo desde hacía casi veinte años. “Esta canción es para esos amigos que están ahí para siempre”, dijo al público, resignificando el tema como un homenaje a la lealtad y los vínculos que perduran.
Fuentes cercanas aseguran que Antonio ha retomado funciones dentro del equipo de Shakira, asesorándola en comunicación, patrocinios y logística de la gira. Aunque no hay confirmación oficial sobre una reconciliación sentimental, lo cierto es que ambos han logrado reconstruir una relación basada en respeto, colaboración y afecto familiar. La presencia de sus hijos en estos encuentros refuerza la idea de una convivencia madura, lejos del escándalo y más cerca de la armonía.
En un mundo donde las rupturas suelen ser definitivas y públicas, el reencuentro entre Shakira y Antonio de la Rúa ofrece una narrativa distinta: la posibilidad de que el pasado no siempre sea un punto final, sino una pausa que, con el tiempo, puede transformarse en un nuevo comienzo.