Robo histórico en el Museo del Louvre: desaparecen joyas de la Corona francesa en un asalto de siete minutos

El Louvre es el museo más visitado del mundo.
Reuters

La mañana del 19 de octubre de 2025 pasará a la historia como uno de los días más oscuros para la cultura francesa. Un grupo de entre tres y cuatro individuos perpetró un robo relámpago en el Museo del Louvre, sustrayendo varias joyas de valor incalculable pertenecientes a la colección de la Corona francesa. El ataque, según confirmó la Policía Nacional, duró exactamente siete minutos.

El incidente ocurrió alrededor de las 9:30 a. m., cuando los delincuentes utilizaron una cesta elevadora sobre un camión para acceder al balcón del ala sur del edificio, a la altura de la Galería Apolo, una de las secciones más emblemáticas del museo. Armados con herramientas eléctricas, forzaron una ventana de seguridad e ingresaron directamente al área donde se exponían las piezas.

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La policía investiga la ventana que rompieron los ladrones para acceder a la galería.


Entre las joyas robadas se encontrarían la corona de la emperatriz Eugenia, el broche de diamantes de Napoleón III, y otras reliquias del siglo XIX. Aunque una de las piezas fue recuperada en las inmediaciones del museo, la mayoría continúa desaparecida. Las autoridades no han revelado el valor total de las pérdidas, pero expertos en arte estiman que podría superar los 50 millones de euros, sin considerar su valor histórico.

El museo fue evacuado y permaneció cerrado durante todo el día siguiente, mientras las fuerzas de seguridad analizaban los registros de las cámaras, huellas y trayectorias de escape. Las motocicletas utilizadas para huir fueron localizadas en un estacionamiento abandonado en las afueras de París, sin rastro de los sospechosos.

El ministro del Interior, Laurent Núñez, calificó el hecho como “una afrenta directa al patrimonio francés”, mientras que la ministra de Cultura, Rachida Dati, anunció una revisión urgente de los sistemas de vigilancia en museos nacionales.


El Louvre, que recibe más de ocho millones de visitantes al año, había sido objeto de evaluaciones de seguridad recientes, pero sin detectar vulnerabilidades críticas. Sin embargo, fuentes internas aseguraron que varios sensores y cámaras no estaban en funcionamiento pleno la mañana del asalto.

Mientras avanza la investigación, Francia se enfrenta al desafío de recuperar no solo las joyas robadas, sino la confianza en la protección de su patrimonio. El golpe al Louvre es más que un robo: es una herida abierta en el corazón cultural de Europa.

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