Un nuevo escándalo sacude el mundo del espectáculo. La reconocida cantante mexicana Paulina Rubio se encuentra en el ojo del huracán tras haber sido acusada por su exesposo, Nicolás Vallejo-Nájera (conocido como «Colate»), de presuntamente agredir físicamente a su hijo menor. El caso, que ha llegado a instancias legales, fue presentado esta semana ante un tribunal en Miami, donde Rubio tuvo que comparecer para responder a los señalamientos.

Según reportes, la acusación señala un supuesto incidente en el que la artista habría golpeado al menor, lo que ha despertado una ola de reacciones tanto en medios de comunicación como en redes sociales. Aunque los detalles del proceso se manejan con discreción debido a la naturaleza sensible del caso y la protección del menor, las implicaciones legales podrían ser significativas para la llamada “Chica Dorada”, especialmente si los hechos se confirman.

Hasta el momento, Paulina Rubio no ha emitido un comunicado público, pero fuentes cercanas a su equipo legal aseguran que la cantante niega rotundamente las acusaciones y se encuentra colaborando plenamente con las autoridades para esclarecer la situación. La defensa sostiene que se trata de un conflicto de custodia prolongado entre la expareja, el cual podría estar escalando hacia una batalla más mediática que judicial.

Mientras el proceso avanza, el caso ha encendido el debate sobre los límites de la crianza, los conflictos familiares expuestos en el ojo público y el papel que juegan los medios en estos asuntos. Por ahora, lo único cierto es que Paulina Rubio deberá enfrentar no solo las consecuencias legales, sino también el juicio de la opinión pública. Y en una industria donde la imagen lo es todo, esta acusación podría dejar una marca difícil de borrar.