
El norovirus, conocido como el “virus del estómago”, ha sido históricamente un problema de salud pública, especialmente en los meses de invierno. Sin embargo, la aparición de una nueva variante, identificada como GII.17, ha generado preocupación entre los expertos, ya que podría alterar el patrón estacional de la enfermedad y adelantar su llegada.
¿Por Qué Esta Variante Es Diferente?
Durante años, la variante predominante del norovirus ha sido GII.4, responsable de la mayoría de los brotes en Estados Unidos y otras partes del mundo. No obstante, desde finales de 2024, GII.17 ha comenzado a desplazar a su predecesora, representando el 75% de los casos reportados en la temporada 2024-2025. Este cambio ha generado incertidumbre sobre la evolución del virus y su impacto en la salud pública.
Un Brote Fuera de Temporada
Tradicionalmente, el norovirus alcanza su pico de contagios en diciembre, pero en 2024 se registró un aumento inesperado de casos en octubre, lo que sugiere que la nueva variante podría estar modificando el calendario epidemiológico. En países como Inglaterra y Japón, donde GII.17 ha sido dominante en el pasado, los brotes han sido más agresivos y prolongados.
Síntomas y Prevención
El norovirus es altamente contagioso y se transmite a través de alimentos contaminados, contacto directo con personas infectadas y superficies contaminadas. Sus síntomas incluyen:
- Diarrea intensa
- Vómitos
- Náuseas
- Dolor abdominal
- Fiebre leve y malestar general
Para prevenir su propagación, los expertos recomiendan lavarse las manos con agua y jabón, desinfectar superficies y evitar el consumo de alimentos en lugares con brotes recientes.
¿Qué Esperar en los Próximos Meses?
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han advertido que se necesita una vigilancia continua para determinar si GII.17 seguirá siendo la variante dominante y si el adelanto de la temporada de norovirus se convertirá en una tendencia permanente. Aunque la variante GII.4 sigue circulando, su disminución podría marcar un cambio significativo en la epidemiología del virus.
En conclusión, la aparición de GII.17 ha generado incertidumbre sobre el comportamiento del norovirus en los próximos años. La comunidad científica sigue monitoreando su evolución para anticipar posibles impactos en la salud pública y ajustar estrategias de prevención.