Natalia Lafourcade, una de las voces más sensibles y respetadas de la música latinoamericana, ha decidido hacer una pausa en su exitosa gira internacional para vivir una etapa profundamente transformadora: la maternidad. A sus 41 años, la cantautora mexicana anunció que está esperando a su primer hijo, y que por recomendación médica reprogramará varias fechas de su tour “Cancionera”, originalmente previsto para recorrer Estados Unidos y Canadá en septiembre de 2025.

La noticia fue compartida por la propia artista a través de sus redes sociales, donde expresó su emoción por este nuevo capítulo en su vida. “La vida me está regalando la experiencia hermosa de vivir mi tiempo de embarazo y, siguiendo recomendaciones médicas, haremos una pausa para cuidar este momento tan especial y retomar juntos el teatro de la canción el próximo año”, escribió en un comunicado que rápidamente se viralizó.

La gira, que comenzó en mayo en México, continuará con tres presentaciones confirmadas en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México durante septiembre y octubre de 2025. “Después de unos días de descanso me siento agradecida y emocionada por vernos muy pronto”, expresó la artista, dejando claro que su vínculo con el público sigue intacto.

Las fechas originalmente programadas en ciudades como Brooklyn, Atlanta, Orlando y Miami han sido reubicadas para abril de 2026, y se han sumado nuevas presentaciones en North Bethesda, Maryland. Esta reorganización no representa un retiro, sino una pausa consciente para priorizar el bienestar físico y emocional que exige esta etapa.

La decisión de Lafourcade ha sido recibida con respeto y admiración por parte de sus seguidores, quienes han acompañado su carrera desde los primeros acordes hasta sus más recientes exploraciones musicales. En tiempos donde la industria exige presencia constante, su gesto reivindica el derecho de las artistas a elegir sus ritmos, sus pausas y sus prioridades.

Con una trayectoria marcada por la autenticidad, la introspección y el compromiso artístico, Natalia Lafourcade demuestra que la maternidad no es una interrupción, sino una expansión. Y aunque por ahora se aleja de los escenarios internacionales, su música sigue resonando como un canto profundo a la vida.