
Margot Kidder fue mucho más que la intrépida periodista del Daily Planet que enamoró a Superman en la icónica saga cinematográfica de los años 70. Su interpretación de Lois Lane junto a Christopher Reeve la convirtió en un símbolo de audacia y carisma, pero detrás de esa imagen luminosa se escondía una vida marcada por el dolor, la enfermedad mental y una caída abrupta del pedestal de Hollywood.
Una estrella que brilló demasiado pronto
Nacida en Canadá en 1948, Kidder alcanzó la fama internacional en 1978 con Superman: The Movie, papel que repetiría en tres secuelas. Su química con Reeve y su interpretación fresca y decidida de Lois Lane la posicionaron como una figura inolvidable del cine. Sin embargo, el éxito vino acompañado de una presión abrumadora por mantener una imagen pública que no reflejaba su realidad emocional.
La batalla invisible: trastorno bipolar y episodios psicóticos
Desde la adolescencia, Kidder mostró signos de inestabilidad emocional. A los 14 años intentó suicidarse, y en 1988 fue diagnosticada con trastorno bipolar. Rechazó el tratamiento convencional con litio, convencida de que podía manejar su condición por otros medios. Esta decisión la llevó a vivir episodios extremos, incluyendo uno en 1996 que la dejó vagando por las calles de Los Ángeles, desorientada, con el cabello cortado y en estado de paranoia, convencida de que la CIA intentaba asesinarla.
Durante ese periodo, Kidder durmió en patios ajenos, comió de la basura y fue hallada por la policía en evidente estado de angustia mental. El incidente fue cubierto por los medios con un tono sensacionalista, pero también abrió una conversación sobre el estigma de la salud mental en Hollywood.

Una voz para los que sufren en silencio
Tras ese episodio, Kidder se convirtió en defensora de la salud mental, aunque mantuvo su rechazo a la psiquiatría tradicional. Promovió la medicina ortomolecular como alternativa y narró un documental sobre el tema. Su activismo también se extendió al ámbito político y ambiental, convirtiéndose en una figura comprometida con causas sociales.
Un final doloroso, pero con legado
En 2018, Margot Kidder fue hallada sin vida en su casa de Montana. Su hija confirmó que la causa fue una sobredosis autoinfligida de drogas y alcohol. A pesar de sus luchas, Kidder dejó un legado que va más allá del cine: el de una mujer que, incluso en sus momentos más oscuros, intentó transformar su dolor en conciencia colectiva.