
Lo que parecía ser una celebración nostálgica para los fans de RBD se ha convertido en una tormenta mediática. Maite Perroni, una de las voces más emblemáticas del grupo, no volverá a formar parte de la agrupación, y la razón va mucho más allá de diferencias creativas o compromisos personales. Su esposo, el productor Andrés Tovar, ha revelado públicamente que detrás del escenario hay una historia de abusos, robos y malos tratos que han llevado a la actriz y cantante a tomar una decisión definitiva.
En un comunicado difundido en redes sociales, Tovar fue tajante: “Maite ama RBD, ama la música de RBD y a los fans de RBD, pero en un proyecto en el que haya abuso, robos y malos tratos, no va a participar”. La declaración no solo confirma el distanciamiento de Perroni con sus excompañeros, sino que también expone tensiones internas que habrían surgido durante el “Soy Rebelde Tour”, marcado por acusaciones de fraude contra el exmánager Guillermo Rosas.
La polémica se intensificó tras un gesto de Maite en redes sociales, donde compartió una portada de revista junto a Christian Chávez, Christopher Uckermann y Anahí, pero cubrió el rostro de esta última con los dedos. El acto fue interpretado por muchos como una señal de ruptura definitiva, y desató una ola de críticas que Tovar no tardó en enfrentar.
El productor defendió a su esposa con firmeza, destacando que Maite no compite con nadie y que sus logros hablan por sí solos: “Tiene billones de vistas en sus canciones, sus series siguen entre las más vistas por millones, y hoy está dedicada cien por ciento a su etapa más plena: ser mamá”. Además, pidió a los detractores que “no peleen por alguien que ni los voltea a ver”, dejando claro que la artista ha optado por priorizar su bienestar y su familia.
Aunque Maite no ha emitido declaraciones directas sobre el comunicado, su silencio parece confirmar que no hay vuelta atrás. La decisión de no regresar a RBD no es una renuncia a su historia, sino una afirmación de sus valores. “Así pierda un proyecto que ama y que le corresponde por derecho, sus principios están por encima del dinero”, concluyó Tovar.
Este episodio revela que, detrás del brillo de los reencuentros musicales, existen dinámicas complejas que no siempre se ven desde el público. Y en el caso de Maite Perroni, la lealtad a sí misma ha sido más fuerte que cualquier nostalgia.