Leonardo DiCaprio cuenta la frase que lo marcó al iniciar su carrera: “El dolor es temporal, el cine es para siempre

Leonardo DiCaprio recordó un consejo que lo golpeó fuerte cuando recién comenzaba como actor, uno de esos consejos que no se olvidan. Fue Michael Caton-Jones, el director de This Boy’s Life, quien le dijo en una escena difícil: “El dolor es temporal, el cine es para siempre”. Esa frase quedó tatuada en su memoria, convirtiéndose en una especie de mantra que ha guiado su camino en el mundo del cine.

El actor habló recientemente con BBC Radio 1 sobre su nuevo proyecto con Paul Thomas Anderson, titulado Una batalla tras otra, donde interpreta a un ex revolucionario que debe enfrentarse a su pasado para intentar rescatar a su hija secuestrada. Dijo que trabajar con Anderson siempre ha sido un sueño para él, que le atrapa porque las historias que cuenta el cineasta logran sentirse palpables, reales, incluso décadas después.

Sobre los estándares de filmación en este nuevo film, DiCaprio explicó que Anderson es exigente: no se da paso a otra toma si no están seguros de que la escena transmite precisamente lo que se necesita. Incluso contó que ideas surgidas en los talleres previos al rodaje terminaron incluyéndose en el guion, lo que demuestra que el director está abierto a la creatividad en cada etapa.

Leonardo también se permitió repasar las influencias que lo ayudaron a moldear su actoría. Mencionó películas clásicas como Dog Day Afternoon, Al este del Edén y actores como James Dean, Al Pacino, quienes con su intensidad y vulnerabilidad lo marcaron desde adolescente. Con Quentin Tarantino y Martin Scorsese habló de improvisación, de cómo en escenas que parecían cerradas quedaron momentos espontáneos que aportaron autenticidad.

Más allá del rodaje, reflexionó sobre lo que significa el cine para él: un arte emocional, una forma de conectar con los demás. Dijo que la experiencia de ver una película en sala, rodeado de gente, compartiendo silencios, risas, sustos, es algo que difícilmente se reemplaza. Para él, esa convivencia colectiva con la audiencia trae a la superficie matices que quizá no se captan viendo la misma película en casa.

Esa frase de Caton-Jones lo ayudó a entender desde joven que los momentos incómodos, las exigencias del rodaje, los sacrificios… todo eso pasa. Lo pasajero es el dolor; lo que permanece es lo que se graba en la pantalla, la emoción, la obra. Esa conciencia de que lo que haces hoy puede perdurar le ha dado a DiCaprio una perspectiva de compromiso con cada papel, con cada escena, con cada sacrificio necesario.

Te podria interesar