Lady Gaga conquista Barcelona con una ópera pop “tenebrosamente luminosa”

Kevin Mazur (Getty Images)

Lady Gaga volvió a demostrar por qué es una de las artistas más innovadoras de su generación. Su presentación en el Palau Sant Jordi de Barcelona no fue un simple concierto, sino una producción de alto impacto que combinó performance, ópera, arte visual y energía pura.

La cantante estadounidense ofreció una experiencia teatral dividida en actos cuidadosamente diseñados, donde el concepto de “ópera pop” cobró vida entre luces, fuego y coreografías precisas. El público fue testigo de una puesta en escena que osciló entre lo oscuro y lo luminoso, lo íntimo y lo espectacular.

Samir Hussein (Samir Hussein/Getty Images for Live Nation)

El repertorio abarcó desde los temas más enérgicos como Scheiße y Dance in the Dark, hasta baladas poderosas como Shallow y Always Remember Us This Way. Cada canción estuvo acompañada de una narrativa visual que representaba distintas etapas de transformación y empoderamiento.

Con cada cambio de vestuario —que iba del estilo cyberpunk a la elegancia barroca— Gaga reafirmó su papel como ícono del arte total. Su presencia escénica fue magnética, su voz impecable y su mensaje más vigente que nunca: la diferencia no se oculta, se celebra.

Su paso por Barcelona no solo fue un éxito rotundo en taquilla, sino también una declaración artística: el pop puede ser profundo, teatral y trascendente. Lady Gaga no ofreció un concierto, ofreció una obra.

Te podria interesar