Kim Kardashian decidió soplar las velas de su cumpleaños número 45 en una de las ciudades que mejor define su esencia: París. La empresaria, influencer y actriz viajó a la capital francesa con motivo de la promoción de su nueva serie All’s Fair, y aprovechó la ocasión para combinar trabajo, celebración y estilo en una noche que desbordó glamour, emoción y significado personal.

El festejo comenzó durante la premiere de la producción, donde Kim acaparó todas las miradas al lucir un icónico vestido de Dior diseñado por John Galliano, una pieza de colección del año 2000 que reafirma su fascinación por la moda vintage y la alta costura. Tras su paso por la alfombra roja, la estrella de The Kardashians continuó la noche con una íntima recepción en el legendario cabaret Crazy Horse, en la que estuvo acompañada de su madre, Kris Jenner, y de varias compañeras de reparto, entre ellas Glenn Close, Sarah Paulson, Naomi Watts, Teyana Taylor y Niecy Nash-Betts.

Para la segunda parte de la velada, Kardashian deslumbró con otro look de impacto: un corsé dorado combinado con una falda de tul de Givenchy, diseño que perteneció a la firma Alexander McQueen a finales de los noventa. Su elección volvió a dejar claro que la estrella posee un instinto único para unir historia, arte y moda en un mismo outfit.

Las imágenes compartidas en redes mostraron un ambiente alegre y sofisticado. Kim posó sonriente con un enorme croissant como símbolo divertido de su estancia parisina, además de una imponente torta, flores enviadas por sus hijos y gestos de cariño que evidenciaron la calidez del momento. La fiesta fue más que una celebración: un recordatorio del equilibrio que ha alcanzado entre su vida familiar, su carrera empresarial y su faceta como actriz.

El festejo coincidió con el estreno de All’s Fair, la nueva serie creada por Ryan Murphy, donde Kardashian interpreta a una abogada ambiciosa y poderosa, papel que marca su evolución profesional y demuestra su versatilidad frente a las cámaras.

Así, París se convirtió en el escenario perfecto para recibir un nuevo año de vida y una nueva etapa llena de retos. Entre luces, moda y afecto, Kim Kardashian celebró no solo su cumpleaños, sino también la mujer en la que se ha transformado: una figura que sigue reinventándose y brillando en cada paso.