Kevin Federline decidió romper el silencio y mostrar su versión frente a lo que llama un escenario que ya no puede ignorarse. En su nuevo libro de memorias You Thought You Knew, el exesposo de Britney Spears afirma que teme por la salud mental y emocional de la cantante, asegurando que desde hace tiempo “no es posible seguir pretendiendo que todo está bien”.

Federline señala que observa con distancia un comportamiento “errático” y sostiene que el deterioro es progresivo. Afirma que la situación parece dirigirse hacia un punto de no retorno, y su temor más grande es que algo grave ocurra si no se actúa a tiempo. En sus memorias también relata episodios perturbadores que, según él, sus hijos menores presenciaron durante visitas con su madre.

Uno de los pasajes más impactantes describe momentos en los que los niños, dice él, despertaban por la noche y encontraban a su madre de pie en el umbral de su puerta, observándolos dormir con un cuchillo en la mano, para luego irse sin decir una palabra. Federline advierte que esos detalles no son simples anécdotas, sino señales de una crisis profunda que necesita atención.

El libro también revisita el período de la tutela legal que controló la vida de Britney durante 13 años. Federline elogia el movimiento Free Britney en su momento, pero ahora su enfoque está en lo que llama una etapa de “salvación”: más allá de la libertad jurídica, él propone actuar frente a la fragilidad que cree ver en su estado actual.

Britney no tardó en responder. A través de su cuenta en X, defendió que su exesposo ha recurrido al “gaslighting” —o manipulación emocional— de forma constante y acusó que las revelaciones de su libro tienen una intención lucrativa. Ella enfatizó que, durante años, ha “suplicado y clamado” por una vida con sus hijos, pero que ha sido víctima de una relación marcada por el desprecio paternal.

En ese mensaje, reveló que sus hijos la han visto muy pocas veces: uno de ellos, apenas 45 minutos durante los últimos cinco años; el otro, solo cuatro visitas en ese mismo lapso. Britney declaró que desde ese momento en adelante ella decidirá cuándo estará disponible para ellos. En cuanto al libro, lo calificó como una compilación de “mentiras piadosas” que benefician económicamente a quien las produce.

Este enfrentamiento no solo expone heridas del pasado, sino una disputa más profunda sobre la percepción pública, la paternidad, la estabilidad mental y el derecho a proteger una imagen personal. Federline advierte que el tiempo se agota; Britney acusa que está siendo utilizada. Y entre medias están dos hijos, con el peso de vivir una historia que trasciende el drama familiar personal para convertirse en un fenómeno mediático.