
Katy Perry y Orlando Bloom han puesto fin a su relación de casi una década, según confirmaron sus representantes a través de un comunicado conjunto. La pareja —comprometida desde 2019 y padres de su hija Daisy Dove, de 4 años— asegura que, aunque su vínculo amoroso haya terminado, su compromiso como familia permanece intacto y su enfoque está ahora en la crianza compartida de su hija en un entorno lleno de amor, estabilidad y respeto mutuo.
Los rumores sobre su ruptura se habían intensificado en las últimas semanas, después de que Perry se mostrara visiblemente afectada en su gira Lifetimes en Australia —incluso rompió en llanto sobre el escenario—, mientras Bloom, recientemente en Venecia para la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, hizo publicaciones crípticas en redes con citas de Carl Jung sobre soledad y nuevos comienzos.
Fuentes cercanas aseguran que la decisión de separarse fue tomada de mutuo acuerdo tras varios meses de tensiones acumuladas, derivadas de sus agitadas agendas, diferencias de comunicación y un importante desgaste emocional. En su comunicado, enfatizaron que, pese al amor compartido, su relación evolucionó hacia una versión centrada en “coparenting”, donde el rol de padres será siempre lo más importante.
Desde que anunciaron su compromiso en 2019 —después de reencontrarse tras una breve separación en 2017—, la pareja había sido vista como ejemplo de estabilidad en Hollywood, pero en los últimos meses su complicidad se desplomó. Aunque nunca se casaron oficialmente, vivieron juntos en Montecito y planearon un futuro familiar, incluida la llegada de Daisy, nacida en agosto de 2020.
A pesar de la ruptura, ambos mantienen una relación cordial. Orlando Bloom está dedicando tiempo exclusivo a Daisy durante la gira de Perry, y según People ha puesto en pausa sus compromisos para priorizar los momentos con su hija. Por su parte, Perry continúa con sus conciertos en gira, aunque más consciente de su nuevo rol como madre soltera y priorizando el bienestar de su hija.
En resumen, Katy y Orlando cierran un ciclo amoroso para abrir otro centrado en la familia: seguirán siendo vistos juntos como unidad familiar, trabajando juntos por el mejor ambiente para su hija. Aunque su historia romántica llega a su fin, su propósito compartido —el cuidado y amor por Daisy Dove— continúa siendo el lazo que los une.