
El actor Jaime Lorente, conocido por su papel en La Casa de Papel, está a punto de dar un paso trascendental en su vida personal. Tras cinco años de relación y dos hijos en común, Lorente y su pareja, Marta Goenaga, celebrarán su boda el próximo 7 de junio de 2025 en un lugar cargado de historia: el Castillo de Batres, ubicado al sur de Madrid.
Un escenario digno de una historia de amor
El Castillo de Batres, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1970, es una fortaleza renacentista que ha sido testigo de momentos memorables a lo largo de los siglos. Este enclave, rodeado de olivos centenarios y atravesado por el arroyo del Sotillo, fue el hogar del poeta Garcilaso de la Vega, quien escribió algunos de sus versos más icónicos en este lugar.
El castillo cuenta con un patio de armas acristalado, salones con galerías columnadas y una imponente torre de 30 metros, lo que lo convierte en el escenario perfecto para una boda de ensueño.
Una celebración íntima y especial
La pareja ha decidido compartir este momento con sus seres queridos, incluyendo familiares y amigos que viajarán desde distintos puntos de España. Para Lorente, este evento es más que una celebración; es la consolidación de una familia que ha construido junto a Goenaga y sus hijos, Amaia (3 años) y Luca (2 años).
“Mis niños son lo más bonito del mundo. Intento ser el mejor padre posible. Amo a mis hijos, a mi mujer y amo el hogar que hemos creado”, expresó el actor en una reciente entrevista.
Detalles exclusivos de la boda
El evento contará con una capacidad para 350 invitados, quienes disfrutarán de una experiencia gastronómica única, diseñada por reconocidos chefs españoles como Paco Roncero, Ramón Freixa y Dani García. Además, el castillo ofrece un entorno natural espectacular, con jardines diseñados al estilo italiano y una piscina que añade un toque veraniego a la celebración.
El inicio de una nueva etapa
Con esta boda, Jaime Lorente y Marta Goenaga sellan una historia de amor que comenzó en los rodajes de La Casa de Papel, donde ella trabajaba como asistente de vestuario. Ahora, cinco años después, su relación se fortalece con este compromiso, en un lugar que simboliza la unión entre historia y romance.