La vida de Etta Ng Chok Lam, hija del legendario actor Jackie Chan, es una historia de abandono, lucha y resiliencia. A pesar de ser hija de una de las estrellas más reconocidas del cine de acción, su vida ha estado marcada por la ausencia de su padre y el rechazo familiar.

Un origen envuelto en escándalo

Etta nació en enero de 1999 como fruto de una relación extramarital entre Jackie Chan y la modelo Elaine Ng Yi-Lei, ex Miss Asia 1990. En ese momento, Chan ya estaba casado con la actriz taiwanesa Joan Lin, madre de su hijo Jaycee Chan. Cuando la noticia de su infidelidad salió a la luz, el actor admitió su error públicamente, pero nunca asumió un rol activo en la vida de su hija.

Elaine, por su parte, crió a Etta sola, sin recibir apoyo financiero ni emocional de Chan. A pesar de las declaraciones del actor sobre su compromiso con su hija, nunca estableció un vínculo con ella.

Una juventud marcada por la indigencia

En 2018, Etta Ng sorprendió al mundo al publicar un video junto a su pareja, la influencer canadiense Andi Autumn, en el que revelaba que ambas vivían en la calle debido al rechazo familiar y social. En el video, Etta expresó: «Soy hija de Jackie Chan y esta es mi novia Andi. Llevamos un mes sin hogar a causa de padres homofóbicos. Nadie nos ayuda».

La reacción de su madre fue contundente, minimizando la situación y culpando a su hija por no buscar empleo. También acusó a Andi de influenciarla negativamente, lo que evidenció una relación conflictiva entre madre e hija.

El silencio de Jackie Chan

A lo largo de los años, Chan ha evitado pronunciarse sobre la difícil situación de Etta. En su autobiografía Never Grow Up, ni siquiera la menciona, centrándose únicamente en cómo la infidelidad afectó su matrimonio. Para Etta, la indiferencia de su padre ha sido una herida profunda, y en varias entrevistas ha declarado que nunca lo llamaría «papá».

¿Dónde está Etta ahora?

Tras años de dificultades, Etta y Andi contrajeron matrimonio, pero la joven sigue alejada de su familia. Su madre ha mencionado que dejó la terapia emocional cuando se mudó de Hong Kong, lo que ha dificultado su comunicación. A pesar de los obstáculos, Etta continúa buscando estabilidad y una vida lejos de la sombra de su famoso padre.