La tensión entre Emma Watson y J.K. Rowling ha vuelto a ocupar titulares, luego de que la escritora británica respondiera con dureza a unas declaraciones recientes de la actriz en torno a sus diferencias ideológicas. El intercambio, que se suma a una larga historia de desencuentros, pone en evidencia el distanciamiento entre ambas figuras, especialmente en lo relacionado con temas de identidad de género.

Durante una entrevista en el pódcast On Purpose, conducido por Jay Shetty, Watson expresó su deseo de mantener vínculos afectivos incluso con quienes no comparten sus puntos de vista:
“Mi mayor deseo es que quienes no comparten mi opinión me quieran, y espero poder seguir queriendo a quienes no necesariamente comparten la mía”, comentó la actriz de 35 años.

La respuesta de Rowling no tardó en llegar. A través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), la autora de Harry Potter publicó un extenso mensaje en el que criticó la falta de experiencia de Watson en situaciones cotidianas fuera del mundo del espectáculo:
“Como otras personas que nunca han conocido la vida adulta sin estar protegidas por la riqueza y la celebridad, Emma tiene tan poca experiencia de la vida real que no se da cuenta de hasta qué punto es ignorante”, escribió.

Rowling continuó con ejemplos que buscaban ilustrar su postura, cuestionando si Watson alguna vez ha enfrentado situaciones como compartir una sala mixta en un hospital público o cambiarse en vestuarios municipales diseñados para hombres. La autora ha sido objeto de críticas por sus opiniones sobre el activismo trans, mientras que Watson y otros miembros del elenco de Harry Potter han manifestado públicamente su desacuerdo con esas posturas.

Este nuevo episodio revive un conflicto que ha evolucionado desde el plano profesional al ideológico. En 2022, Watson fue aplaudida por su frase “Estoy aquí por todas las brujas” durante los BAFTA, que muchos interpretaron como una indirecta hacia Rowling. La escritora, por su parte, ha señalado que ese momento coincidió con una etapa en la que recibía amenazas por sus opiniones, lo que intensificó su postura.

Más allá de las diferencias, el intercambio entre ambas figuras refleja una conversación más amplia sobre el papel de las celebridades en debates sociales, y cómo sus experiencias personales influyen en sus posturas públicas. Mientras Watson mantiene un tono conciliador, Rowling reafirma sus convicciones con firmeza, dejando claro que el diálogo entre ambas sigue siendo complejo y profundamente marcado por sus vivencias individuales.