
Con una mezcla de ciencia ficción, humor y emoción, Pixar regresa a la gran pantalla con Elio, una historia que no solo busca entretener, sino también reconectar con el público a través de una narrativa profundamente humana. Dirigida por Adrián Molina —el mismo talento detrás de Coco— esta nueva producción se convierte en una carta de amor a la imaginación, la identidad y la diversidad cultural.
La trama gira en torno a Elio Solís, un niño de once años con una imaginación desbordante que, por accidente, es abducido por una coalición intergaláctica y confundido con el embajador oficial de la Tierra. Sin preparación ni experiencia diplomática, Elio se ve obligado a representar a la humanidad en un universo lleno de criaturas tan extrañas como entrañables. Lo que comienza como una misión absurda se transforma en un viaje de autodescubrimiento, donde el protagonista aprende que su mayor poder es ser auténticamente él mismo.
Uno de los aspectos más destacados de Elio es su apuesta por la representación cultural. La historia está impregnada de elementos latinos, no solo en sus personajes, sino también en su equipo creativo. La voz de Olga, la madre de Elio, es interpretada por Zoe Saldaña, quien aporta su herencia dominicana al personaje. Además, la película cuenta con la participación de Katya Echazarreta —la primera mujer mexicana en viajar al espacio— como narradora en la versión latinoamericana, reforzando el mensaje de empoderamiento y conexión con las raíces.
Visualmente, Elio se aleja de los estilos híbridos recientes y apuesta por una animación más cálida y expresiva. Cada criatura alienígena fue diseñada con una personalidad única, y los escenarios interplanetarios están cargados de detalles que invitan a la exploración. Como es tradición en Pixar, los famosos “easter eggs” están presentes, listos para ser descubiertos por los fanáticos más atentos.
Más allá de su estética, la película aborda temas universales como la soledad, la pertenencia y el valor de la autenticidad. Elio no es un héroe tradicional, y precisamente por eso se convierte en uno inolvidable. Su historia resuena con quienes alguna vez se sintieron fuera de lugar, recordándonos que no hace falta ser perfecto para ser valioso.
Con Elio, Pixar no solo presenta una aventura cósmica, sino también una declaración de principios: en un mundo (o universo) cada vez más diverso, las historias que nos unen son aquellas que nacen desde la verdad emocional. Y en ese terreno, Pixar vuelve a brillar.