
El pasado 13 de julio, el reconocido investigador paranormal Dan Rivera, custodio oficial de la infame muñeca “Annabelle”, fue hallado sin vida en su habitación de hotel mientras participaba en la gira “Devils on the Run”, una exposición itinerante de objetos malditos organizada por la New England Society for Psychic Research (NESPR).
Rivera, de 54 años, era una figura respetada en el ámbito de lo oculto. Su trabajo con la muñeca Annabelle —una Raggedy Ann que, según los Warren, está poseída por una entidad demoníaca— lo convirtió en uno de los últimos guardianes del legado de Ed y Lorraine Warren. La muñeca, que inspiró la saga cinematográfica El Conjuro, permanecía bajo estrictas medidas de seguridad en una furgoneta estacionada fuera del hotel al momento del fallecimiento.
🧩 ¿Coincidencia o advertencia?
Aunque las autoridades locales no encontraron signos de violencia ni elementos sospechosos en la escena, la causa de muerte sigue sin determinarse. Se espera que los resultados de la autopsia tarden entre 60 y 90 días. Rivera había comentado horas antes a sus compañeros: “No me siento bien”, una frase que ahora resuena con inquietante peso.
La comunidad paranormal no tardó en vincular su repentina partida con la energía que rodea a Annabelle. A lo largo de los años, se han reportado accidentes, enfermedades y sucesos inexplicables relacionados con quienes han tenido contacto directo con la muñeca.
🔮 Un legado entre sombras
Rivera no solo era el rostro visible de la gira “Devils on the Run”, también fue consultor en la serie de Netflix 28 Days Haunted y colaborador en múltiples producciones sobre fenómenos paranormales. Su enfoque respetuoso y pedagógico lo convirtió en un referente para quienes buscan comprender lo inexplicable sin caer en el sensacionalismo.
La NESPR emitió un comunicado en el que expresó: “Dan creía profundamente en compartir sus experiencias y educar sobre lo paranormal. Su amabilidad y pasión conmovieron a todos los que lo conocieron”.
🧠 ¿Qué sigue para Annabelle?
Pese al impacto emocional, la gira continuará. Los organizadores aseguran que honrarán la memoria de Rivera en cada presentación restante. La muñeca, encerrada en una vitrina bendecida con agua sagrada y cruces, seguirá siendo exhibida bajo estrictos protocolos espirituales.