El sueño que salvó su vida: Mark Ruffalo y la intuición que lo llevó a descubrir un tumor cerebral

En el año 2001, cuando su carrera comenzaba a consolidarse y su vida personal se encontraba en un momento de plenitud, el actor Mark Ruffalo vivió una experiencia que cambiaría su destino. Una noche, sin presentar síntomas ni sospechas previas, tuvo un sueño que lo alertó de forma inexplicable: “Tenés un tumor cerebral y tenés que tratarlo inmediatamente”. No fue una voz, ni una imagen, sino una certeza que lo impulsó a buscar ayuda médica de inmediato.

Al realizarse una tomografía, los médicos descubrieron una masa del tamaño de una pelota de golf detrás de su oreja izquierda. El diagnóstico fue un neuroma acústico, un tumor benigno que afecta los nervios auditivos y del equilibrio. Aunque no era canceroso, su ubicación implicaba riesgos considerables: había un 70% de probabilidad de perder la audición del oído izquierdo y un 20% de dañar el nervio facial.

Ruffalo, cuya esposa estaba embarazada en ese momento, decidió no contarle de inmediato para no preocuparla. Esperó hasta después del nacimiento de su hijo para compartir la noticia. “Cuando se lo conté, pensó que estaba bromeando. Luego se echó a llorar y me dijo: ‘Siempre supe que ibas a morir joven’”.

La cirugía fue compleja. El actor salió del quirófano completamente sordo del oído izquierdo y con parálisis facial parcial. Durante meses no pudo cerrar el ojo izquierdo ni mover la mitad de su rostro. Sin embargo, tras un largo proceso de rehabilitación, logró recuperar la movilidad facial, aunque la audición no volvió por completo.

Hoy, Ruffalo describe aquella experiencia como un milagro. No solo sobrevivió a una condición que pudo haberle costado la vida, sino que aprendió a escuchar su intuición, a valorar la fragilidad de la existencia y a enfrentar la adversidad con serenidad. “Fue un momento transformador. Me enseñó a confiar en mí mismo y a no ignorar las señales, por más extrañas que parezcan”.

Su historia es un testimonio de cómo la intuición, la ciencia y el coraje pueden converger en momentos decisivos. Y también, una invitación a prestar atención a lo que sentimos, incluso cuando no parece tener explicación.

Te podria interesar