En 2004, la telenovela Rubí se convirtió en un fenómeno televisivo, catapultando a su protagonista, Bárbara Mori, al estrellato internacional. Sin embargo, detrás del éxito y la fama, la actriz enfrentaba una profunda crisis personal que pocos conocían.

Durante una conversación en el pódcast La magia del caos, conducido por Aislinn Derbez, Mori reveló que, a pesar de estar en la cúspide de su carrera, se sentía vacía y desorientada. «Cuando estaba en Rubí, estaba en el momento auge de mi carrera, muy exitosa, muy famosa, mucho dinero… Todo lo que hemos sido programados para desear… Yo llegaba a mi camerino en Televisa, cerraba la puerta, me miraba al espejo y me sentía tan vacía por dentro», confesó la actriz.

Esta sensación de vacío la llevó a reflexionar sobre su vida y las decisiones que había tomado hasta entonces. Mori reconoció que recurría a sustancias como una forma de evadir sus emociones y traumas no resueltos, incluyendo experiencias de abandono, violencia y abuso sexual. «Ahí fue cuando dije, esto no está bien, tengo que hacer las cosas diferentes», recordó.

Decidida a enfrentar sus demonios internos, la actriz optó por buscar ayuda profesional y participar en retiros que le permitieran sanar sus heridas emocionales. Este proceso de introspección y sanación fue fundamental para que Mori pudiera reconectar consigo misma y encontrar un propósito más allá de la fama y el éxito superficial.

La experiencia de Bárbara Mori destaca la importancia de la salud mental y emocional, incluso cuando se alcanza el éxito profesional. Su valentía al compartir su historia sirve como inspiración para aquellos que puedan estar atravesando situaciones similares, recordándoles que buscar ayuda y enfrentar los traumas del pasado es esencial para lograr una vida plena y auténtica.