
En lo que debería haber sido la celebración culminante de su gira Most Wanted, Bad Bunny sufrió una lesión que obligó a suspender su concierto en el Coliseo de Puerto Rico José Miguel Agrelot justo cuando interpretaba el tema «Where She Goes». Testigos presenciales relataron que el artista se encontraba en medio de una coreografía compleja cuando cayó al suelo gritando de dolor, agarrando su rodilla izquierda mientras el equipo de seguridad corría en su auxilio.
Médicos del equipo del artista diagnosticaron rápidamente una posible rotura del ligamento cruzado anterior, aunque se awaitan los resultados de las resonancias magnéticas para confirmar el diagnóstico completo. El momento, capturado en video por fanáticos, muestra la conmoción colectiva del público, que inicialmente pensó que formaba parte del show. «De repente vio que su cara era de dolor real, no de actuación», relató María Reyes, una de las asistentes. Tras 15 minutos de incertidumbre, el productor musical Tainy salió al escenario para anunciar la suspensión temporal del concierto, recibiendo una ovación de apoyo del público puertorriqueño que coreó el nombre del artista.

Esta lesión podría tener consecuencias significativas para la gira mundial de Bad Bunny, que incluye fechas en Europa y Asia programadas para los próximos tres meses. Expertos en medicina deportiva consultados por ESPN estiman que, de confirmarse una rotura del LCA, el tiempo de recuperación oscilaría entre 6 y 9 meses, lo que afectaría no solo su agenda musical sino también su participación en proyectos cinematográficos pendientes. Representantes de la industria musical señalan que las pérdidas económicas podrían superar los 50 millones de dólares entre entradas no vendidas, reembolsos y costos de producción paralizada.
No es la primera vez que Bad Bunny paga el precio físico de sus energéticas presentaciones. En 2023 ya había sufrido una lesión menor en el tobillo durante los MTV Video Music Awards, mientras que su estilo de performance—que combina baile intenso, acrobacias y constantes interacciones con el público—ha sido descrito por críticos como uno de los más demandantes físicamente en la industria actual. El propio artista había admitido en una reciente entrevista con Rolling Stone: «Cada noche doy el 200% porque le debo eso a mi gente, pero mi cuerpo está pagando el precio».
La noticia desencadenó una inmediata ola de apoyo en redes sociales, donde figuras como Ricky Martin, J Balvin y incluso atletas como Carlos Correa enviaron mensajes de recuperación. Cardi B publicó en Instagram: «Los artistas latinos damos nuestra vida en el escenario, Benito es prueba de eso. Pronta recuperación hermano».