El icónico programa de comedia estadounidense Saturday Night Live cerró su histórica temporada número 50 con una noche llena de talento y energía. En esta ocasión, el encargado de poner el broche de oro fue Bad Bunny, quien regresó al escenario de SNL para ofrecer una presentación inolvidable.

El artista puertorriqueño interpretó dos temas de su más reciente álbum, «Debí tirar más fotos», dejando una marca imborrable en el público. Su primera actuación fue con «NUEVAYoL», una puesta en escena que rindió homenaje a la icónica fotografía de obreros neoyorquinos almorzando sobre una viga de acero en lo alto de Manhattan. La escenografía recreó la imagen con una estructura elevada y un fondo de rascacielos, mientras Bad Bunny, acompañado por bailarines vestidos de obreros, ofrecía una interpretación cargada de simbolismo.

Para su segundo número musical, el artista presentó «PERFuMITO NUEVO», una colaboración con la cantante puertorriqueña RaiNao. En esta ocasión, el escenario se transformó en el baño de un club nocturno, con luces de neón y grafitis en las paredes. RaiNao inició la actuación con una interpretación intensa, mientras Bad Bunny apareció más tarde, sentado en uno de los cubículos, sumergiendo al público en una atmósfera vibrante y llena de emoción.

Pero la noche no solo estuvo marcada por la música. Bad Bunny también participó en varios sketches cómicos, demostrando una vez más su versatilidad en el entretenimiento. En uno de los segmentos, interpretó a un cliente en un bar, interactuando con los actores del programa en una escena llena de humor. En otro, se convirtió en un controlador aéreo novato que, contra todo pronóstico, logra evitar un desastre en el aeropuerto, arrancando risas y aplausos del público.

Esta presentación marca la tercera aparición de Bad Bunny en SNL, consolidando su relación con el programa y reafirmando su capacidad para brillar tanto en la música como en la comedia. Su participación en el cierre de la temporada 50 no solo celebró su éxito actual, sino que también dejó claro que su impacto en la industria sigue creciendo.

Con esta actuación, Bad Bunny continúa expandiendo su presencia en el mundo del entretenimiento, demostrando que su talento va más allá de la música y que su carisma lo convierte en una figura imprescindible en la cultura pop actual.