
Cien años después de su nacimiento, el mundo recuerda a Celia Cruz con más de un homenaje. Pero pocas voces resuenan con tanto corazón como la de Marc Anthony, quien dedicó palabras emotivas y profundas a la que él considera su mentora espiritual. En una publicación conmovedora, el salsero recordó cómo Cruz influyó en su vida artística y personal, y celebró que su legado trasciende generaciones.
Marc compartió una imagen íntima, capturando un momento detrás del escenario con Celia, acompañada de un mensaje lleno de gratitud: “Gracias por abrir rutas, por mostrar que el poder de la música no tiene fronteras. Te siento aquí”, escribió. Su homenaje no fue solo el de un colega, sino el de un discípulo que reconoce que cada nota que canta lleva parte de esa huella imborrable.
Este tributo se suma a una serie de eventos y celebraciones globales: exposiciones, conciertos, programas especiales y hasta monedas conmemorativas que rinden tributo a la “Reina de la Salsa”. Mientras en algunos rincones de Cuba los homenajes oficiales han sido discretos o incluso cancelados, fuera de la isla —donde su voz nunca fue silenciada— el canto por Celia es libre, festivo, persistente.
Marc Anthony, que colaboró directamente con Celia en varias ocasiones durante su carrera, ha dicho en más de una ocasión que ella no solo le enseñó a cantar con emoción, sino a sentir música como un acto de resistencia y orgullo. En este centenario, él no solo recuerda su figura: la revive, la trae al presente y la convierte en faro para nuevas voces latinas.