
La madrugada del 10 de octubre de 2025 amaneció con una noticia estremecedora: el modelo y cantante argentino Fede Dorcaz fue asesinado en la Ciudad de México. Lo que en principio parecía un suceso aislado se ha convertido en uno de los casos más lamentados del mundo del espectáculo latino.
Las primeras indagaciones apuntan a un intento de robo como móvil del crimen. Fede circulaba en una camioneta de alta gama por las laterales del Periférico, en la colonia Daniel Garza de la alcaldía Miguel Hidalgo, cuando fue interceptado por dos sujetos armados que, se cree, lo seguían desde metros atrás. Al resistirse al asalto, recibió al menos tres disparos y perdió el control de su vehículo. Murió en el lugar, antes de que pudiera recibir auxilio.
Su nombre real era Federico Dorcazberro, y no era un desconocido en los mundos de la moda y la música. Nacido en Mar del Plata, Argentina, comenzó como modelo internacional, posteriormente se mudó a México y con el tiempo incursionó en la música, donde obtuvo reconocimiento por su estilo emotivo y sus letras íntimas.
El artista estaba por debutar en la nueva temporada del programa Las Estrellas Bailan en Hoy. Producciones del programa y colegas compartieron mensajes de tristeza y solidaridad, lamentando su partida prematura y destacando su talento, su carisma y la ilusión que traía consigo hacia esa nueva etapa.
Las autoridades de Ciudad de México ya acordonaron la escena del crimen y comenzaron las pesquisas. Se espera que las cámaras de vigilancia y los testimonios cercanos ayuden a identificar a los agresores y esclarecer si fue un robo común o una agresión dirigida.
Este asesinato desata preguntas dolorosas sobre la inseguridad y los riesgos que enfrentan figuras públicas, incluso al transitar por avenidas densamente vigiladas como el Periférico. También representa una pérdida para la música latinoamericana: un artista joven que prometía, cuyos pasos iba siguiendo un público creciente.
Mientras la justicia avanza, queda el vacío de lo que pudo ser y la memoria de lo que fue: un artista que soñaba en grande y cuya luz se apagó demasiado pronto.