En un momento clave para las dinastías artísticas, Kailey Levy da su salto definitivo a la actuación con un debut cinematográfico que ya genera conversación: compartir escena con su padre, William Levy, en la película Bajo un fuego. A sus 15 años, la joven actriz ha logrado convertir un sueño personal en una realidad tangible, marcando su entrada oficial al cine bajo la mirada de una de las familias más reconocidas de la industria.

La historia, dirigida por Martín Cuervo y producida por Secuoya Studios, se inscribe como continuación de la narrativa iniciada en Bajo un volcán, explorando las secuelas emocionales que dejan los desastres y las labores de rescate. En esta entrega, Kailey interpreta a un personaje que promete tocar el corazón del público, mientras William Levy retoma el rol de un capitán al frente de su unidad de emergencias, enfrentando nuevos desafíos que ponen a prueba su liderazgo y sus convicciones.

Las redes sociales fueron el primer escenario de una emoción contenida: imágenes del rodaje muestran a padre e hija compartiendo un set de emergencia, lo que generó mensajes de orgullo y afecto por parte de los más cercanos. En publicaciones oficiales, la familia Levy-Gutiérrez celebra este hito como una consolidación de una trayectoria que, más allá de la fama, se sostiene en el apoyo mutuo y en la visión compartida del oficio actoral.

La participación de Kailey no solo representa un paso personal, sino también un símbolo de continuidad para una saga familiar que ha sabido reinventarse a lo largo de los años. La crítica apunta a que este debut podría abrir puertas para nuevos proyectos en los que la combinación de talento y cercanía familiar aporte una dimensión emocional adicional a los largometrajes. Con este estreno, Kailey Levy se posiciona como una promesa que ya está dando los primeros frutos en la gran pantalla, bajo la tutela de una familia que ha construido su notoriedad a pulso.