
Damiano David no es solo la voz rasgada que atravesó las fronteras con Måneskin. Es también alguien que desde pequeño construyó su presente viajando, soñando y creyendo en sí mismo. La historia de su infancia, su familia, sus amores y su nueva etapa como solista muestran a un artista que, aún en la fama, busca mantenerse auténtico.
Nació en Roma hace 26 años. Sus padres, Daniele David y Rossella Scognamiglio, trabajaban como azafatos de vuelo, lo que le permitió viajar desde muy pequeño: una semana en Nueva York, otra en Tanzania, y así sucesivamente. Tiene un hermano menor, Jacopo, y su infancia estuvo marcada por una educación abierta y cosmopolita. En el instituto Eugenio Montale comenzó a mostrar sus inquietudes artísticas: primero jugaba baloncesto, pero pronto la música se impuso en su vida, al mismo tiempo que conocía a Victoria De Angelis y Thomas Raggi, con quienes formaría el grupo que lo llevaría a la fama.
En 2015 se unió oficialmente a Måneskin, aunque al principio Victoria dudaba de que su estilo encajara. Poco a poco encontraron la sintonía y empezaron a tocar en las calles de Roma, hasta llegar a la televisión con X Factor Italia. El debut discográfico, Il ballo della vita, los colocó en la escena italiana, pero el gran salto llegó en 2021, cuando ganaron San Remo y Eurovisión con “Zitti e buoni”. Desde entonces, Måneskin ha girado por todo el mundo y Damiano se consolidó como un frontman magnético, carismático y transgresor.
Hoy vive en Los Ángeles, ciudad a la que se trasladó hace un par de años. La experiencia no fue fácil: se sintió solo, sin amigos ni pareja, enfrentando un choque cultural fuerte. Sin embargo, el cambio le permitió renovarse, conocer nuevos músicos y abrirse a otras influencias. Ese proceso de reinvención lo condujo a su carrera solista, con la publicación en 2024 del tema Silverlines y en 2025 de su primer álbum en solitario, Funny Little Fears.
En lo sentimental, tras una relación de varios años con la influencer Giorgia Soleri, a quien dedicó la canción Coraline, hoy mantiene un noviazgo con la actriz y productora musical Dove Cameron. Su vida personal y su carrera se cruzan en una constante búsqueda de equilibrio entre lo íntimo y lo público.
Damiano declara tener claro lo que quiere: hacer música que lo haga feliz, mantener la autenticidad y no dejarse arrastrar por la producción en masa. Aunque ha alcanzado fama internacional, insiste en la importancia de regresar siempre a lo cotidiano, a lo simple, a los amigos de siempre, para no perderse en la vorágine del éxito.