Justin Bieber ha roto todos los récords financieros en la historia de los festivales de música, convirtiéndose en el artista mejor pagado de todos los tiempos en Coachella al firmar un contrato de $25 millones de dólares para su esperado regreso escénico en la edición 2025 del famoso festival californiano. La cifra, confirmada por fuentes cercanas a la producción, supera ampliamente los $15 millones que recibió Beyoncé en su histórica presentación de 2018 y los $18 millones de Ariana Grande en 2019, estableciendo un nuevo paradigma en el valor comercial de los headliners de festivales.
El contrato, negociado directamente por Scooter Braun y la empresa organizadora Goldenvoice, incluye condiciones sin precedentes: derechos exclusivos de transmisión para la plataforma de Bieber, Justice World Stream; un documental behind-the-scenes que se filmará durante los preparativos; y un porcentaje de las ganancias por merchandising limitado edición Coachella. Además, el acuerdo establece que Bieber tendrá control creativo total sobre su producción, including permisos especiales para efectos pirotécnicos y aeronaves no tripuladas que typically están restringidas en el Empire Polo Club.
Esta presentación marca el regreso triunfal de Bieber a los escenarios tras su retiro temporal en 2023 debido a complicaciones de salud relacionadas con el síndrome de Ramsay Hunt. Según sus representantes, el artista ha estado preparándose durante meses con un equipo médico personalizado que lo acompaña en todos los ensayos, además de haber diseñado una rutina de performance adaptada a sus necesidades físicas actuales. «Justin quiere demostrar que su pasión por la música es más fuerte que cualquier limitación», declaró Braun en un comunicado.
La producción del show, bautizada como «Bieber’s Resurrection», tendrá un costo adicional de $7 millones e incluirá tecnología holográfica de última generación, una orquesta sinfónica en vivo y apariciones sorpresa de artistas como Drake, Billie Eilish y la supermodelo Hailey Bieber, quien participará en un dueto especial. Las redes sociales ya han comenzado a especular sobre la posibilidad de que esta presentación anuncie una nueva gira mundial que podría generar más de $300 millones en ingresos.
Expertos de la industria musical analizan que este acuerdo refleja la creciente competencia entre festivales por asegurar artistas exclusivos en la era post-pandemia. «Coachella necesita mantener su relevancia cultural frente a nuevos festivales como el Sídney Sound Summit o el Lollapalooza Arabia», explica el analista musical Bob Lefsetz. «Bieber no es solo un artista: es un ecosistema de contenido, merchandising y engagement digital que justifica la inversión».
El festival Coachella 2025 se realizará los fines de semana del 10-12 y 17-19 de abril, con Bieber como headliner del viernes en ambas fechas. Las preventas de boletos, que iniciarán el próximo mes, ya tienen un sistema de verificación reforzado para evitar el reventa masivo que afectó ediciones anteriores. Sin duda, esta presentación marcará un punto de inflexión en la carrera de Bieber y en la economía de los mega-festivales musicales a nivel global.
