La Semana de la Moda de Nueva York volvió a ser el epicentro del estilo global, y Valentina Ferrer se erigió como una de las figuras más destacadas al deslumbrar en el desfile de Tory Burch. La modelo argentina, empresaria y referente de estilo, convirtió su debut como primera latina invitada en un hito que refuerza la presencia de voces latinas en los escenarios más prestigiosos del diseño.

Ferrer eligió un look sobrio y sofisticado que combinó un pantalón negro, una camisa texturizada en crema y accesorios minimalistas. La elección, alineada con la propuesta de la colección primavera/verano 2026 de Tory Burch, enfatizó una estética entre lo clásico y el sportswear chic: bolso de silueta cuadrada, tacones de punta y gafas de sol que completaron una imagen pulida y contemporánea, celebrada por críticos y asistentes por su elegancia sin esfuerzo.

El desfile, celebrado en un escenario icónico como el Empire State Building, ofreció una colección que entrelazó nostalgia y precisión. Tory Burch rindió homenaje a su historia personal con prendas que evocaban recuerdos familiares: suéteres bordados con iniciales, cardigans inspirados en tapices maternos y blazers que evocaban a su padre. Este contrapunto entre lo sentimental y lo moderno se reforzó con tonos más atrevidos, como polos preppy destruidos y faldas plisadas, creando una fusión entre lo femenino y lo disruptive.

En la primera fila, Ferrer compartió espacio con figuras de alto perfil como Emma Roberts, Jessica Alba, Ciara y Naomi Watts, consolidando una velada que celebró la diversidad estética y la evolución del diseño estadounidense. Más allá de la presencia de una musa, la participación de Valentina subraya la creciente representación de la moda latina en las grandes plataformas, enviando un mensaje claro: la narrativa de la industria está ampliando su mirada y abriéndose a nuevas voces con proyección global.