
Christa B. Allen, conocida por interpretar a la jena Garner joven en la icónica película 13 Going on 30 (2004), ha revelado en un impactante documental de Netflix cómo estuvo atrapada durante tres años en una secta disfrazada de comunidad espiritual. La actriz, ahora de 33 años, describe cómo fue reclutada por la organización «Nuevo Amanecer» tras una crisis personal y cómo fue manipulada emocionalmente por su líder, un carismático gurú que se hacía llamar «Maestro Sol».
Todo comenzó en 2019, cuando Allen buscaba orientación tras la cancelación de la serie Revenge y una ruptura sentimental. Asistiendo a un retiro de yoga en Sedona, Arizona, conoció al Maestro Sol (cuyo nombre real es James Donovan), un hombre de 50 años que prometía «iluminación a través de la purificación del alma». La actriz confesó al programa Impacto Plus que Donovan usó técnicas de love bombing: «Me hizo sentir especial, única. Decía que éramos almas gemelas destinadas a guiar a otros».
La comunidad, establecida en una remota propiedad de California, operaba bajo reglas cada vez más restrictivas. Los miembros debían donar sus posesiones materiales, cortar contacto con familiares y someterse a «rituales de purificación» que incluían ayunos extremos y sesiones de hipnosis. Allen relata cómo Donovan la convenció de traspasarle $250,000 de sus ahorros como «inversión espiritual» y cómo la aisló gradualmente de sus seres queridos.
El punto de quiebre llegó cuando Donovan intentó convencerla de rechazar un papel en una nueva serie de HBO Max. «Dijo que Hollywood era impuro y que debía dedicarme completamente a la comunidad». Fue entonces cuando su madre, mediante un investigador privado, logró establecer contacto y organizar una intervención. «Salir fue como despertar de un sueño aterrador. Había perdido 15 kilos, mi dinero y casi mi identidad».
Donvan enfrenta ahora cargos por lavado de dinero y manipulación psicológica, though se encuentra prófugo según autoridades de California. Allen se ha convertido en activista contra las sectas, trabajando con la organización Cult Escape para ayudar a otras víctimas. Su testimonio coincide con un aumento del 40% en reportes de grupos sectarios en EE.UU. post-pandemia, según el Instituto para el Estudio de las Sectas.
La actriz concluye: «Quiero que mi historia alerte a otros. El peligro no está en hombres extraños con sotana, sino en personas encantadoras que explotan tu vulnerabilidad. La espiritualidad genuina nunca te pide que renuncies a tu libertad».