
Oasis hizo vibrar al Principality Stadium de Cardiff el 4 de julio con su gira “Live ’25”, marcando su primer concierto en 16 años. Decenas de miles de seguidores, desde Reino Unido hasta Japón y Australia, acudieron al llamado, muchos acampando horas antes, luciendo camisetas clásicas y los icónicos sombreros de cubo que definieron una era.
La banda, liderada por los hermanos Noel y Liam Gallagher, pisó el escenario con fuerza, interpretando “Hello” para abrir la noche y desatar una oleada de nostalgia e impacto emocional. El set incluyó himnos como “Supersonic”, “Cigarettes & Alcohol” y “(What’s the Story) Morning Glory?”, los cuales resonaron entre los espectadores, múltiples generaciones unidas por la pasión por la banda.
A pesar de su histórica rivalidad, Noel y Liam compartieron el escenario sin confrontaciones, aunque mantuvieron cierta distancia física, un gesto muchas veces interpretado como una prudente tregua dentro de la tensión latente. Además, en el escenario se reunieron figuras clave: el guitarrista Paul “Bonehead” Arthurs, Gem Archer, Andy Bell y el baterista Joey Waronker, consolidando el sonido clásico del grupo.
La gira Live ’25 celebra el 30.º aniversario de su aclamado álbum debut Definitely Maybe y, aunque ha sido diseñada como una serie de conciertos especiales más que un retorno prolongado, ya ha propiciado el lanzamiento de una edición aniversario, merchandising exitoso y una enorme cobertura mediática.
No obstante, la venta de entradas generó controversia. Se reportaron precios dinámicos inflados por Ticketmaster, largas colas virtuales y una investigación por reguladores británicos debido a sobrecostos inéditos. Pese a ello, los show iniciales se agotaron rápidamente, y el fervor del público sigue intacto.
La gira continuará por Reino Unido e Irlanda, con fechas en Manchester, Londres, Edimburgo y Dublín, seguida de presentaciones en Norteamérica, Asia, Oceanía y América del Sur, finalizando en Sao Paulo en noviembre.
Para los fans, este regreso no es solo un concierto: es la culminación de un sueño largamente esperado, un momento de comunión generacional y la prueba de que, a pesar de los conflictos, el corazón de Oasis sigue latiendo con fuerza.
