
Kris Jenner ha dejado a todos boquiabiertos al reaparecer en Venecia con un vestido que cualquier fan reconocería al instante: se trata del mismo espectacular diseño púrpura de Dolce & Gabbana que lució Kim Kardashian hace dos años en un desfile de alta moda. Lo llevó con absoluta convicción, sin recato, y causó sensación al repetir cada detalle: el corte palabra de honor, el glamoroso volante asimétrico y esa majestuosa caída en forma de tren. Completó el atuendo con un collar de diamantes y pendientes a juego, replicando fielmente el glam de su hija.
Este regreso fashionista no pasó desapercibido: Kris compartió orgullosa su elección en Instagram, asumiendo con humor las bromas de su familia por “copiar” el look. “Kim, ¡eres mi inspiración!”, confesó textualmente. Su audacia fue celebrada no solo como una declaración de estilo, sino como un acto de sostenibilidad: rescatar un traje icónico en lugar de estrenar otro. Su elegante peinado en un recogido alto con mechones sueltos enmarcó un maquillaje con tonos púrpura que hizo juego perfecto con el outfit, mientras que el vestido antiguo cobraba nueva vida.
Además del vestido emblemático, la matriarca del clan Kardashian-Jenner se mostró en Venecia con varias prendas de alto impacto, incluyendo un Valentino negro vintage que remató con guantes largos y joyería sobria. Su presencia en la boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez demostró que, a sus casi 70 años, Kris Jenner sigue siendo la “momager” definitiva: siempre un paso adelante, reinventándose e inspirando.
Este guiño estilístico también profundiza la narrativa de una familia cuyos miembros a menudo intercambian moda entre sí, haciéndose eco del famoso dicho “la imitación es la forma más sincera de admiración”. Al hacerlo, Kris no solo rindió homenaje a Kim, sino que consolidó su propio legado en el mundo del estilo: irreverente, osado y siempre con clase.