La noche del 22 de junio en el Stade de France no solo fue testigo del cierre apoteósico del “Cowboy Carter Tour” de Beyoncé, sino también del deslumbrante paso de Cardi B, quien acaparó miradas y titulares con un look que redefinió el glamour del oeste.

Vestida con un conjunto de cuero con flecos, botas estilo western, cinturón entallado y un llamativo sombrero de peluche blanco, la rapera neoyorquina no dejó detalle al azar. Su presencia en el concierto no fue solo un acto de apoyo a Queen B, sino una declaración de estilo y actitud. Antes de llegar al estadio, Cardi B se dejó ver por las calles parisinas posando con seguridad y carisma, como si la ciudad luz fuera su pasarela personal.

Una vez en el recinto, la intérprete de “WAP” compartió con sus seguidores momentos del concierto a través de sus redes sociales, bailando y cantando con entusiasmo. La energía era palpable, y no era para menos: Beyoncé sorprendió al público con la aparición de Jay-Z en el escenario, interpretando juntos “Crazy in Love” y “Drunk in Love”, en una de las noches más memorables de la gira.

El “Cowboy Carter Tour” ha sido una celebración de la música, la cultura afroamericana y la reinvención del country desde una perspectiva poderosa y femenina. Cardi B, con su presencia magnética, se convirtió en una extensión de ese mensaje: una mujer que desafía etiquetas, que mezcla lo urbano con lo clásico, y que brilla con luz propia incluso entre estrellas.

Tras el concierto, Cardi B cambió su atuendo por un look más relajado y continuó la noche parisina con una cena entre amigos. Su visita a Francia coincidió con la promoción de su nuevo sencillo “Outside”, presentado días antes en Cannes durante un evento exclusivo de Spotify.

En una gira marcada por la excelencia artística y la diversidad cultural, Cardi B no solo fue espectadora: fue parte del espectáculo. Y París, una vez más, se rindió ante su presencia.